Fue descubierta en octubre de 2006.
Diosa telúrica y nocturna que en vez de manos y pies tiene garras, boca descarnada y cráneos en sus articulaciones, la Tlaltecuhtli reúne los cinco pigmentos que se utilizaron en toda la escultura y pintura mexica: ocre, rojo, blanco, azul y negro.
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